Destrozado en penumbras,
tratando de alcanzar tu mano fugitiva,
mientras no logro recordar
el principio del fin y mi voz,
no declama y tus pasos, no me siguen,
todo es tormento y el horizonte
me invita a la eternidad...
No encuentro el sendero
que me lleve a la felicidad contigo,
tus sueños y los míos no se vuelven conjunción,
te nombro a cada instante,
te busco en cada rincón
mientras la muerte asesina
intenta apagar el sonido de mi voz,
me retuerzo y no consigo
retenerte entre mis brazos.
Desesperado, tozudo,
ahogándome en mi llanto
te pido comprensión,
necesito de tus besos,
necesito claridad
o tal vez un revólver
que acabe con nuestro suplicio...