DESDE ESOS OJOS SE VE EL MAR
Desde esos ojos que forcejean con la belleza,
se ve la hierba mojada del mar verde,
la secuela luciente de las estelas celestes,
un mercado de aromas y el encuentro
entre el amor y la voz incombustible
de tu palabra acariciada por la simiente.
Desde esos ojos ovillados siento tu sonrisa,
tus pasos de bailarina cuando bajas de casa
en busca de cántaros donde guardar
los recuerdos que a veces amontonamos
como pergaminos a la reliquia de la tierra.
Desde esos ojos el aire te palpa, te tiene,
te sueña, te puede sentir, contenerse,
y yo puedo seguirte desde el sol que brilla
en tu pelo hasta el lunar adormecido
en tu vientre jaleado por alas de mariposa,
soñar con reír, reír con soñar, y vivir,
con tus labios de primavera y amanecer
al despertar, desde esos ojos atados
a la espuma del mar, sacias la sed y dices,
nada es vano en la vida, nada es porque sí,
porque jamás pensaré que conocerte
sea una casualidad, y desde tus ojos veré,
las mismas cosas que tú misma ves,
ese mirar desde donde ves la luna atravesada
de anochecer y el tiempo que se detiene
en las guaridas de la luz en silencio.