huertero

La demanda

Alguien busca un Dios.

Su ración de amor demanda

Alma en pena, pocos  comprenden su dolor.

 

A la  espera, de alguien

que al oído le susurre con sutileza,

mensajes de esperanzas.

 

Corazón tácito al tacto

el de  la noche.

La búsqueda prosigue, esa

razón  de hombre no aparece.

 

Al tantear  las paredes,

se escuchan el crujir de  huesos,

a cada paso presiente lo inevitable.

 

Al salir a la calle cataplasma al limo,

suceso infausto

Lo único que ha quedado de la acequia,

es el barro espumoso,

oscuro es el trayecto.

 

Es una farsa,

mascarada infiel.

Solo espera la carroza.

 

Alacranes y un gran alborozo,

den paso a la carroza

que ha de llevarse a otro mortal.

 

Al  amparo del murallón,

solicito mi ración.

Mi sustancia la demanda.

 

El infiel viste de mortajas

nocivas a los sentidos….