Mi ojos al igual que un buho miro en cada lugar donde podía encontrarte, mis oídos escuchan que me nombras en tono suave, como siempre lo hacias , mis manos se estiran en cada actividad que hacíamos juntos, y luego... salgo a caminar y recuerdo que ya no estas en tu cascaron, que solo es tu alma en mis recuerdos, que solo es tu rostro en mi mente, que es un susurro en el aire, y es allí donde cierro mis ojos y te imagino, sonriente y feliz, junto a ella, que tanto la amabas, y al fin son felices.