En la balanza del tiempo
peso yo mi corazón
para ver si engorda de contento
siempre hay un eslabón en el alma
siempre hay siléncios en el viento
pero hay mares llenos de palabras
y aún queda un árbol en el pensamiento
¡ Pesa tanto la vida ! ¡ Cuando llega el sufrimiento !
los tilos relajan pero tienen espinas
hay piedras en el lugar equivocado
y panes nuevos con mucha levadura
por la explanada de las flores
se pasea a veces la mirada
y suenan tambores y cañones
tras las líneas enemigas
brilla la luz, sobre el fusil ensangretádo
allí está el alma del que ha caído
luchando por la paz, enamorado
no hay zarzas sin espinas
pero hay besos que curan las heridas
hay mas amor que odio
se apaga el fuego con las manos extendidas
en la balanza del tiempo
peso yo mi corazón
para ver si engorda de contento
siempre hay un eslabón en el alma
y gritos de los que sufren en silencío...
No hay zarzas sin espinas...