Tan vacío como un vaso,
donde el mar parece inmenso
y el agua que le cabe es poca,
que el borde es su salvación.
En ese instante de la vida,
donde la bala penetra el cráneo,
donde el corazón deja de latir,
donde la respiración para.
Pasan los recuerdos de la vida,
las sonrisas y tristezas,
las angustias y dolencias
donde se arrepienten de lo vivido.
¿A caso sonreíre antes de mi muerte?
¿cuál será mi última palabra?,
sólo espero no arrepentirme
como tantas almas vagas.