Se fue el yo niño.
El yo de la vejez asoma.
(Tendré una losa encima,
bajo la tierra viviré
en paz.)
Estando
desde mi esencia
estaré vivo.
Era un ente en potencia.
Soy un ente
salido de un orgasmo.
Vuelvo al vientre de los terrícolas
-cáncer urbano-.
Vuelvo
al barro de la vida.
No gusto los placeres de Epulón,
no gusto los placeres del Profeta.
Fui un algo, seré nada,
soy carne de mi carne,
hueso de mis huesos,
soplo de vida.
Se fue el ayer.
El después no ha llegado.
El ahora es.
(Estando solo, me consumo
desde mi cuerpo:
el que me entierra luego.)
(Salvador)