Almas acobijadas
entre calientes encrucijadas,
conectadas por hitos,
por mitos espirituales,
y círculos no visuales.
Cuerpos que se llaman sin pensarse
sin entretenerse entre líneas con pesares.
Sin saber los misterios del futuro
o si en verdad son destinados uno con el otro.
Almas conectadas por un hilo rojo,
pactadas en triángulos de círculos viciosos,
transparente en su esencia,
van inventando su naturaleza,
almas que se empoderan sin rebajarse,
sabiendo bajarse y elevarse
a recónditos lugares para encontrarse.
Almas con preguntas recusadas
aunque talvez no la que esperaban,
con huellas ya sanadas,
con la madurez en pubescencia
viviendo por esos momentos
como imanes de energía,
con sus sincronizadas sonrisas
existiendo en esa monotonía
donde día a día van perfeccionando
su mancomunada paz y alegría.
LeydisProse
4/4/2019
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