Hijos de hermano nacido,
humillado mas que bello,
por los dueños perseguido,
para atarlo por el cuello.
De la tierra descontenta,
y los azotes propinados,
es como la herramienta,
de los toros y su arado.
Con dolor y sin motivo,
tiene el alma encallecida,
nació entre estiércol vivo,
de vacas que dan vida.
Abriendo los ojos empieza
a morir sin una pregunta,
levantando la cabeza,
mira a su padre con la yunta.
Con una herida muy grave,
ya sabe que es el sudor,
leer y escribir no sabe,
por culpa del abusador.
Con pensamiento de muerte,
destrozan el pan reñido,
es culpa de la mala suerte,
o por la sociedad atribuido.
veo enrojecido sus ojos,
lo veo devorando un mendrugo,
lo veo con penas y enojos,
maldiciendo a su cruel verdugo.
Veo al pobre chiquillo,
pequeño de corta melena,
tratando con un martillo
de romper esas cadenas.