Rodrigo A. Alvarenga

Hubiese

No quiero brazas,

quiero leña,

llegar a viejo

y destaparte las cervezas.

Quizá por eso,

ahora,

estoy comiendo mierda.

Porque frené

sin que hubieses puesto alto,

me descarrilé

sin chocar contra tus labios…

 

Realmente lo lamento,

pero

(la verdad)

no me arrepiento.

 

Porque quiero ser tu fuego,

consumirme lento, lento,

dejando a un lado los cuentos,

haciéndote mi novela,

y si querés…,

una que narre 

mi vida entera.