Macuto

Querido

Querido, mis manos suspiran,
buscan consuelo en el atardecer
de mis sueños,
se han vuelto quimera las nubes
de mi firmamento.
Ha dejado de llover
y no hay cosa más dolorosa.

 

Querido, ahí donde estás
te soñé,
me soñé viéndote,
deseándote.
Nunca dudé de tus metas,
de tus hermosas cejas negras.
Siempre supe
que serías un hombre pleno.
Pero me soñé viéndote
y el sueño se hizo realidad.