Por las tardes veo
lo profundo de ese pozo,
parece no tener fondo,
veo
y sólo veo las risas,
escucho las sonrisas
provenientes de lo mas lejano de él,
pienso en su espesor,
penumbra que no me causa gracia
¿Por qué me río?
No todo es un juego,
pero el pozo me preocupa,
no paro de pensar
en su profundidad.
su lejanía tan cercana
en la que caigo
sin escapatoria.