Soledad que apareces callada, muy serena,
con vacío siniestro que inunda el alma mía,
abrazas mi esperanza, la tristeza me llena
llevando la nostalgia, como amiga sombría.
Es tan grande mi cama, tan fría como invierno,
y mi cuerpo se cansa del pesado desvelo,
mi habitación helada, donde siento que inverno,
el fulgor ya no tiene, que parecía un cielo.
En silencio rotundo mi tiempo se ha quedado,
llevándome a confines de solapado olvido,
aquel querido sueño, aquel sueño adorado,
ha quedado en mi entorno como manjar podrido.
El alma yo la siento, desabrida, en escombros,
duelen los sentimientos si se encuentran heridos,
me acarician las penas llenándome de asombros
y dejan en mi pecho lacerantes quejidos.
Sacuden mis tristezas mis robustos cimientos,
esparcen mis dolores como hojas en otoño
cuando son arrasadas por vendaval de vientos
que ni siquiera dejan un pequeño retoño.
Me marcharé muy lejos, sin llantos ni atavíos,
caminaré el camino mirando el sol de frente,
enterraré el pasado con sus días sombríos,
renacerán mis sueños a vivir nuevamente.
Levantaré mi pecho, lo descubriré al mundo,
las nuevas ilusiones a mi ser despertaran,
cuando se encuentre henchido de otro sueño profundo
alegrías completas a mi alma llegarán!!