Te amo
dócilmente,
como se ama lo imposible,
con rojo delirio irracional,
con su dosis de miedo.
Te amo, sí, con la más límpida
palabra,
que tú secreto no concibe
y que tu alma no logra distraer
de los recuerdos.
Un vano amor de rosas invernales,
--girasol de sueño y claridad-
Cuando los vínculos se pierdan
y duerman los tímidos retratos;
cuando se sintetice
tu último pétalo como hostil reminiscencia.
La otra tú, la que me ama
vendrá desde tu olvido dulce e inmaterial.
2019
Mhs