Libro tus alas,
pequeña mariposa,
te quiero libre.
Para que vueles,
recorras los caminos
y así me guíes.
Te seguiré,
me llevarás muy lejos
por nuevas sendas.
Quizás un día
veremos a la luna
buscar las olas.
Porque se buscan,
se hablan en las noches
y son amigas.
Las olas cantan,
la luna se adormece,
las dos se acuestan.
Y entre sus sueños
me quedo con las nanas
de las resacas.
Salitre y algas,
susurros de sirenas
y caracolas.
Y por mis labios
reflejos y sonrisas
de luna y olas.
Rafael Sánchez Ortega ©
21/03/19