Relámpago hermoso,
Que aprisiona un instante,
Deslumbrando de aventura siempre
a punto de partir.
Siempre esperando
el desenlace, buscando hacer aquel lugar
Nuestro santuario de amor,
Donde con caricias, dar culto al amor.
Nudo de cuerpos e imaginación,
Con fulgor de lentejuelas insaciables.
Donde el verso arrase con vehemencia;
Hojas vivas entre sueños, sin dormir.
Tus constantes temores inciertos,
Sobre una espera que reclama
Una cita distante,
Es la hora de partir, santificar la partida.
Siempre es lo mismo;
el mismo rito,
Tu presencia, tu caricias inciertas y tu adiós.
Siempre te vas
Cuando en viaje mi corazón
Regresa de un sueño a vivir junto al tuyo, nuestra ilusión.
Después es inevitable
Terminar en un papel, labrando tu nombre,
Los deseos Y ansias de ti.
Siempre es como en un rito
Tu distante y yo cercano;
Tú en un sueño y yo en la realidad,
Pero sin ti.
LENNOX
EL QUETZAL EN VUELO