Llegaste a mí,
como un rayo de sol
entra a mi pieza
a través de mi ventana
Creí escuchar tu voz
en un susurro
diciendo que me amas.
Lo que sentí en el alma,
colmaba las ansias
de amar y ser amado
que en mi pecho yo anidaba
Mi vida era un torbellino
de locura y desatino,
mi existencia, un mundo
envuelto en llamas.
Solo era un taciturno
sin amor y sin amigos,
que anhelaba, sin pretensión
tener alguien conmigo.
Entonces apareciste,
iluminando mi cielo
sin estrellas.
Llenaste mi vacío de amor
con retazos de pasión
que le dieron paz al corazón
El sosiego duró poco
hoy dijiste, me voy… adiós,
volviendo a mí la desazón.
No quiero que me expliques
el porqué de tu desliz,
tus deseos de aventuras,
sé que la cabra al monte tira
y vos no eres la excepción
De ahí viene tu locura
de querer amantes, que supliquen
hasta perder su cordura.
Solo quiero que no vuelvas
para poder olvidarte
y evitar que al recordarte
pierda la razón.