No me pidas Señor que yo la olvide,
si en un tiempo la amé yo sin medida,
hoy que no está junto a mí ya nada existe,
ha dejado en mi corazón una honda herida.
Tú me dirás Señor … te ha hecho daño,
el tiempo que te amó fue tiempo en vano,
fue tan solo ilusión su gran cariño,
fuiste tú tan cobarde vil y pagano.
Porque sufres hoy, si es demasiado tarde,
porque mendigas tu amor en esta vida,
cúbrete el corazón, no seas cobarde,
sé más fuerte que el dolor y que la herida.
Yo no entiendo Señor a ese gran cariño,
yo que la quise y la quiero todavía,
aunque tenga que llorarla como un niño,
solo puedo decirte Señor … yo la quería.
Pero olvidarla Señor, no me lo pidas,
si ella me dio todo, lo que yo quería,
me dio su cuerpo, su amor, sus alegrías,
me dio la gran ilusión ¿que más quería?
Hoy que no está junto a mí, no estoy contento,
pues siento que he perdido el alma y la alegría,
hoy vaga lejos de mí, mi amor y mi sentimiento,
ya no está a mi lado la mujer que más quería.
Hoy las calles Señor están vacías,
nuestro parque de amor está triste y solitario,
se acabó nuestros sueños y las alegrías,
ya se fueron de mi lado, ay que martirio.
Por eso dame fuerza Señor hoy te lo pido,
para salir de este dolor yo triunfante,
ella fue mi gran amor, el ser querido,
fue mi gran ilusión, fuimos amantes.
Pero no todo está perdido Señor en esta vida,
sé que tengo vacía el alma y destrozado el pecho,
tengo en el corazón mil dolores y tengo herida,
tengo aún el perfume de su cuerpo sobre mi lecho.
No me pidas Señor que yo la olvide,
si ella fue buena, cariñosa y muy amable,
no le des ningún castigo Señor yo te lo pido,
si has de castigarla por amar, yo soy culpable.