Daniel Memmo

Se escapaba..

Se declaro en duelo cuando vio morir a un pájaro,

se vistió de fiesta cuando descubrió el amanecer,

se le llenaron los ojos de vida contemplando el verano,

 maquilló cada poro con el sol de primavera,

se le estremeció el cuerpo con la lluvia,

y se durmió contando estrellas,

extasiadas de tantas constelaciones.

Se escapo de las costumbres arbitrarias,

de la demagogia camuflada de ideal,

de las palmadas que dolían como puños,

del absurdo plan de fingir,

de los besos que dibujan promesas infames,

los que prometen libertad,

y te sujetan fuerte de las manos como grilletes,

se escapaba de todo.., y de un poco más,

de los perfumes fuertes que tapan olores oscuros,

de la rancia receta de trascender,

a los paisajes que nadie conoce y todos admiran,

a las melodías que entona el romanticismo de cuentos,

se alejaba..,

de la soberbia del rico,

y del orgullo del pobre,

se escondía detrás de unos versos simples,

sin la autoritaria rima,

dejaba retazos de su ser,

en cada palabra que dolía cuando la separaban en sílabas ,

buscaba en aquellos besos el momento,

y no el beso y el te quiero para siempre..,

respondía que la suerte es para los juegos,

el amor es para los arriesgados que nos esperan nada

y lo quieren todo.

Se escapaba de todo,

pero no podía huir de su rostro en el cristal,

de las pesadillas que la despertaban en las madrugadas,

de la trampa de recordar sus dedos recorriendo su piel,

de ponerle sal a la copa que antes era tan dulce..,

eso que se aprende cuando se gastan los pies..,

de aquello.., no se pudo escapar..,

su propia sombra que murmura la canción..,

no puedes sacarte la piel y quedarte en huesos,

la memoria del cuerpo no te deja escapar,

aunque ahora te sientas un poco libre.

 

     Daniel Memmo