En la soledad de mi noche, lo imagino abrazando mi alma, y sintiendo sus latidos de ese corazón suyo que es solo mío...
El silencio de la noche pronuncia su nombre y mi corazón pide a gritos que le diga que en mi no existe el olvido...
Deseando que algún día reaccione, y vea que aquí siempre se le ha querido...
Dígale a ese corazón suyo, que mi amor por usted es de esos amores que no se pierden, que estará aquí impaciente esperando por usted hasta la muerte.