Quiero componer un verso
que no me juzgue,
que conserve su distancia
que sea aliado de mi silencio
pero capaz de gritar en el cielo.
Quiero escribir un verso
que me tome en sus brazos
cuando la soledad triza mi cuerpo,
un verso que no se entienda,
casi absurdo y hasta desierto,
pero que bese las pupilas
desnudando el beso.
Ese verso del secreto
que tapiza en las noches el aliento,
que despierta la mirada
cuando los ojos están durmiendo.
Quiero escribir versos
que se adhieran a la piel del alma
como el verdadero alimento,
que me quiten el miedo
a decir lo que siento.