o
Cada viernes escuchaba a la abuela
entretenidos cuentos
de un barco a velas, que navegaba solo
su tripulación había muerto.
Caleuche
llamaba aquel barco
que recorría el Pacífico
igual el Atlántico...
Mirarlo no era bueno
sometido a maldición quedaba,
decía la abuela en su narrativa,
que aquel que lo había visto
se diera por muerto.
También contaba sobre la Pincoya y del Trauco.
Pobre la niña que en su trayecto le encontraba
sin saber cómo ni porqué
embarazada quedaba.
Yo tenía dos hermanas muy lindas...,
el Trauco parecía haberles echado el ojo.
A la mayor le acompañaba un rubio pequeño
a la segunda, uno morenito.
Un día las pillé en el granero
corrieron a tapar mis ojos.
Me dijeron que el malulo las había embrujado.
Más no entendía..,
para la abuela el Trauco era uno,
ese día erán dos que en el granero estaban.
Sentí pena por ellos, ropa no llevaban.
Nunca conté esto a la abuela para no asustarla
o que alguno de los Trauco
quisiera a ella también embrujarla.
Han pasado los años.
La abuela parece que vió el Caleuche
y yo el secreto del Trauco aún guardo
en una mente inocente.
-----oooooOooooo-----