Salí solo por un instante a buscarte
cargaba una brújula y el sol al poniente.
Recorrí caminos
sin dar con el correcto,
me perdí y sin querer
vi el más hermoso atardecer.
Descubrí la belleza de la soledad
y que con ella puedo ver a las estrellas
formar el lienzo que soñé pintar.
Al final descubrí que siempre
tu lugar era estar junto a mi.