Mosaico diluido que atormenta
difusos pensares, qué tormentosos,
apuñala sentires ostentosos
llenos de nadas azul y magenta.
Ebriedad indolente que atenta
contra quietud espirutal. Grandiosos,
bellos, calmados, momentos hermosos,
que se extinguen. Mi vida se fermenta.
Apatía de imbécil borracho.
Embriagado por olvido de nada.
Espejo cuenta mal chiste, payaso.
No destiles lágrimas, mi muchacho.
No olvides nunca la risa escuchada.
Pero, carajo, no sueltes el vaso.