Si vieras con mis ojos el universo que Dios nos ha regalado,
Podrías admirar cuan inmenso es el mar, tan líquido y tan escurridizo,
Suave como el agua líquido vital, no se detiene en tus manos,
a pesar de lo liviano.
Así es la vida, nos la muestra la sangre recorriendo como
Miles de redes que llamamos venas y que como torrencial
Aguacero nos va mojando el corazón; el cerebro y la razón;
Si vieras con mis ojos, admirarías además el color del
Campo y el monte envuelto en un manto verde de árboles
Que van prestando sus ramas para el canto de los pájaros,
Y con su trinar nos regalan un concierto, como canto de
Ángeles, como el mejor de las cámaras unidas a miles de ellos,
Tambien nos regalan sus ramas en donde salen durante un invierno.
Si vieras con mis ojos podrías ver cada una de las estepas,
Que como tapetes de mil colores se tienden en la tierra,
Hasta el final de un horizonte bordado de sol, de tarde clara
Y de estelas en el cielo; verías como se esconde un ocaso,
Tras esa gama de colores, y como te sonríe a medio
Asomar la luna; sentirías como se encantan mis ojos
Cuando me regala todo ese espejo a través de mis retinas,
Robando mi alma, y mi musa desesperada sale a ese
Encuentro y me siento enamorada y desde ese infinito,
Comienzo a verte tras el velo impecable del cielo, allí puedo
Confesarte cuanto te extraño y cuando con el lápiz de mi
Amor quiero pintarte, vestiré toda estela formada en el
Firmamento con tu retrato, y me retozaré en tus brazos,
Sintiendo la tibieza de ese encanto y te cantaré un te quiero
Para que cuando amanezca, el alba te salude en un abrazo
Y te diga al oído que un día como el de hoy no sabes cuánto te amo.
DOMOTA