Quizás podría dejar de amarte, de necesitarte,
de añorarte cada segundo que nos separa,
podría ignorar tu sufrimiento, cerrar los ojos,
perderme en mis negras catacumbas .
Quizás podría dejar de pensar, de sentir, de recordar
y sumirme en el turbio remolino del vacÍo
huyendo de la pena, de la rabia, de la culpa
y dejarme arrastrar hacia la nada.
Quizás podría dejar de respirar
sentarme en mi butaca,
cerrar mis ojos, mis poros, mis pulmones
y fumarme a mí mismo en la última pipa,
nadar desnudo hacia la tierra prometida
allende el horizonte.
Pero el amor no suelta sus cadenas
y me ata a tu piel, a tu cuerpo, a tu destino
y no puedo emprender el viaje
si tu no vas conmigo,
y no encuentro más luz que tu mirada
ni más aliento que el soplo de tus labios,
y me acurruco a tus pies lamiendo tus heridas,
aullando tus penas apagadas
suplicando una caricia, una sonrisa un beso
que me devuelva la paz y la esperanza.