Lluvia que revives la tierra
y lavas las grietas
de mis piedras
de mis ancestros.
Lluvia que lavas mi cuerpo
y mi obscuridad infinita
agua que se abstiene
agua que sea bendita,
en la intemperie de mi alma
y cuando el corazón se agita.
Lava minuciosamente
las tempestades heridas
y consuela con tus paños
tibios soles de artemisa,
trae esa toalla de sueños
aleja esa sombra vacia
que se alteren los amores
que sean la almohada de vida.