Las musas a mi llegaron
encantadoras, apasionadas
y en deseos entregadas
con sutilezas me tentaron.
En mi mente sonaron
dulcemente atrevidas
Y Dios niño me sonreia
tapandose la boca con su mano
me dijo, te estan buscando
pero tu no las necesitas
ya que en mi meditas
en palabras y obrando
tu me ves como ando
me sirves con modestia
y a las almas caidas
las espinas andas sacando.
mis devotos me son amados
son mi misma vida
son mi alma misma
me tienen dominado.
Y Dios niño hablando
con amor me protegia
dandome sabiduria
con ternura y encanto.
Y las musas se difuminaron
Dios niño de mi se reia
yo entonces me enfurecia
persiguiendole entusiasmado
lo acorrale, quedo atrapado
las lagrimas le caian
entonces yo le reprendia
con cariño desmesurado
lo cogi entre mis brazos
le di consuelo y caricias
agradablemente las recibia
con sus ojos encantados.
Asi vivo, embriagado
con mi vida enloquecida
extraña, imcomprendida
que el mundo ha abandonado.