Si alguna vez pregunté por ti,
será quizás porque soñé contigo,
porque algunas veces te sueño;
Porque algunas noches
aún me duermo pensando en ti.
Tu ausencia no ha sido suficiente;
En mi corazón no hay nada diferente
y cada latido lo dedica solo a ti;
Contigo nunca fue tan negra la noche,
ni la calle llena de gente
tan triste y solitaria como lo es sin ti.
Mi mente y todo lo demás me dice
que debo resignarme porque te he perdido,
pero mi corazón, aún enamorado,
para nada se rinde
y me repite cada noche que no es así.
Héctor H. García