No es nuevo que vaya a escribir un poema,
tampoco lo es, que haya roto mi promesa,
así vuelvo a narrar mis problemas,
para que no queden vagas en mi cabeza,
No lo he vuelto a hacer desde que se fue,
hace seis años que ocurrió,
no les cuento de esta etapa cruel,
por qué es la que más fuerte me marcó.
Seis años de sequía autoimpuesta,
pues dejé el arte por la ciencia,
el camino inverso que transité con ella.
Y tras tanto tiempo de internas querellas,
a usted le agradezco por su paciencia
por leer esta poesía compuesta.
He retornado,
y me siento seguro
que mis poemas no dejaré olvidado
ni en el presente,
ni en el futuro.
Soy libre con la poesía
¡He vuelto a escribir sin límites!
Estos versos no se merecen
ser de esos que nunca se escriben.
I van a ser más rimas, y quizás pronto prosa,
que este burdo bardo piensa lanzar,
pero ya no hay exclusividad en dedicatorias
para quien finalmente no pude conquistar.
La poesía es libre, no tiene nombre ni apellido,
es la expresión de los sueños y lo vivido,
de las pesadillas y temores, del ser humano conmovido.
Y así con estas líneas doy inicio,
a mi retorno, al más entrañable de mis vicios.