\"Aún miro tus ojos y siento cariño,
y por más lejos que te encontres
siento como vuelvo a ser un niño.
Lastimé mucho mi corazón
Sin tener alguna razón
pero ahora está dulce y fuerte
porque el amor cambió mi suerte.
Mis manos solas han estado
porque, las tuyas, aún quiero sentir
ni el sudor las ha acompañado
porque vos decidiste partir.
Y está bien que te vayas,
sos libre de elegir
pero sé que cuando callas
tu corazón, a mí quiere ir.
Sé feliz con vos,
sé plena en soledad,
mientras yo escuche tu voz
me inundaré de felicidad.
Quisiera ser un rey
y librar mi batalla.
Y cuando esté frente a la ley
gritaré como un loco el atavío que tu madre dice cuando te llama...
¡Victoria!\"
Marco Antonio Saborío Parreaguirre.