Te extraño cada vez que recuerdo,
recuerdo los momentos felices e incluso los tristes.
No dejarás de ser
aquello que jamás olvido,
el cuerpo que esperaba ansioso
nuestro encuentro amoroso.
Cada día parecía el primero,
los nervios que sentía
eran incontrolables;
aunque los meses pasaban
la ansiedad que sentía al verte
era inevitable,
nada me ayuda a olvidarte
ni los besos, ni los encuentros ajenos
me ayudan a olvidar
el sabor de tus labios,
ni el suave sabor de tu piel.
Cuando hablo de ti digo:
\"Ya lloré lo suficiente\".
Pero no es así
aún sigues presente
y por eso te diré una y mil veces,
te extraño.