R. Gruger

TAN MUJER (a mi primogénita Kemaeli)

Como pasa el tiempo...

Yo recuerdo la piel de tu inocencia

envolviendo tus carnes diminutas,

tan rosada y tan tierna...

 

Te recuerdo dormida;

parecías tan ajena

al cantar del jilguero

al susurro del viento

al croar de la rana

al murmullo del agua

al sonido del trueno

que rugiendo se aleja...

 

Y después de veinte años

y tres años se agregan,

sigues siendo tan tierna

y tan dulce y serena,

que de nuevo revivo

en mi mente ya vieja

la criatura que fuiste,

tan rosada y pequeña

arrullada en mis brazos

calientita y risueña...

 

Como pasa el tiempo;

ayer tan pequeña, tan tierna,

más hoy tan mujer

sigues siendo tan dulce y serena.

FIN

R. Gruger, 10-8-85