Carlos Hector Alvarez

Historia

Alégrate corazón,

recordemos ésta nuestra historia

de amor, que acuna mi memoria

con toda su ilusión

Era yo, un joven solitario,

cuando la vida quiso que encontrara

la mujer que siempre en sueños

a mi almohada se allegaba.

Le hablé con la voz más dulce

que de mi garganta brotara,

sonreía al escucharme, alucinada

tal vez lo que oía le gustaba.

Al verla así, entusiasmada

me atreví a proponerle un paseo,

de la mano la tomé, sin inquina

caminamos, al doblar la esquina

un beso le robé, ¡ése era su deseo!

Fue el inicio de un romance

que aún hoy permanece latente

en mi cuerpo y en mi mente

porque aún está a mi lado.

Vive atada a mí con un candado

de respeto, de amor y de pasión,

que solo la muerte ha de abrir

al hacer descansar, mi corazón..