Allí,
estaba el nido abandonado
construído con emociones de dolor.
Los valores
se confundían con el miedo;
mientras la tristeza
envolvía todo en la ausencia.
Tu mirada
buscaba un porvenir siempre perdido.
Tus labios temerosos
dejaban escapar el veneno
que habitaba en tu corazón.
La ira
era el arma
que aniquilaba lentamente tu alma.
La eclosión
dejó salir tus miserias
que se habían sembrado en el abandono.
Tus alas llenas de estiércol,
al escapar
de esa grieta vestida de refugio,
equivocaron el vuelo.
Era un vuelo elegante,
eras ave rapaz,
buscabas la presa fácil,
todo lo que favorecía tu cacería.
Viajabas por la vida
con un miserable
oculto en lo profundo de tu interior.
Lleno de carencias
debes despertar,
aterrizar en tu realidad,
recuperar tu dignidad,
buscar el bien...
Entrégate a la vida
con una sonrisa,
recupera lo perdido,
busca el poeta
que sembró la vida
en tu ser.
El amor te conducirá al Creador.
Volarás alto como el águila;
confianza y nuevas fuerzas
encontrarás...