Sabido que hay que decir adiós,
seguimos en este círculo,
hasta ya me sabe a vicio.
La obsesión y el encanto habitan
en nuestro corazón,
tu mi mejor compañía
no te sé decir adiós.
Y a kilómetros de tierra, la distancia
nos venera,
como la leyenda del sol y la luna,
o quizás en primavera.
La terquedad me ha llegado al corazón,
la he sentido como enfermedad,
no me puedo alejar,
no puedo dejar de amar.
No le voy a decir adiós mi amor,
le llevo en el alma y el corazón