Ese día sostuvo mi mano con la fuerza necesaria para darme a entender que jamás me soltaría.
Y ahora, nada me sostiene.
Ese día estuvo a mi lado hasta que me quedé dormida.
Y ahora, no sé dónde está.
Ese día me caí, rápidamente me sostuvo y me levantó.
Y ahora, sigo aquí en el suelo.
Ese día bailamos hasta que nuestros pies quemaron.
Y ahora, sólo puedo escuchar nuestra canción.
Ese día reparó mi corazón.
Y ahora, soy pedazos sin solución.
Ese día el sonido de nuestras risas inundó la habitación.
Y ahora, somos el silencio y yo.
Ese día me dijo: “Tú puedes lograr lo que sea”.
Y ahora, no logré que me amara.
Fueron años, pero siento como si tan sólo ese día me acompañó, dejó, odió, rompió, reparó, pero nunca me amó.
¿Y ahora?