Me visita poema verde...
el que azula el fuego
el gallardo con castañas galgas
el de un violín de palladio
ese de nieve caliente.
¡Ah, poema muchacho
del rocío que llora!...
¡de pecho amante!...
¡de pecho doncello!...
se que en tu alma
están mis rastros embriagados...
Estrujate con flauta y acordeón
y llévate muy lejos
a donde es lejos en el aire... ¡muy lejos!