El arte va en esta acera
en esta acera va el arte
y no lo encuentro.
Hay coches y ventanas
y hombres muy serios
y mujeres muy diurnas
pero del arte de la acera
nada que ver.
Qué digo
va el arte en esta acera,
o en la otra,
o en lo otro de la otra,
pespunteando la colina
la que no hemos de subir
porque sólo va el arte,
y muy solo, también.
O quizá no tanto.
A menudo creemos
que va el arte en esta acera
pero es en la otra
donde estamos sin estar
donde Adán se agoniza.
Y Adán es Dios.