Nada...
en la nada me estremece,
de primavera...
se adornan los secretos,
el viento...
se ablanda en su abandono,
cuando Abril...
henchido de nostalgia,
se anuda...
apenas desnudado,
en el diamante...
a veces decrecido,
por la nívea e incorpórea
singladura...
del rosal
herido en su fragancia.