Luis Rivadeneira Jativa

Poema de amor a Atuntaqui

Ciudad de calles inclinadas

en las faldas del Taita Imbabura.

Rincón de amor de nuestros padres y abuelos.

Cómo no evocar tus calles y casas multicolores

y recordar a los tiempos de sembrío y de la cosecha,

la cocina de leña y la carne ahumada junto al fogón,

que tiene la historia de su fortaleza

y de los más grandes guerreros:

Cacha y su hija: Paccha,

luchadores por la heredad

de los imbayas y caranquis

cuyas almas están en las tolas

y en el aire de nuestra tiierra natal,

en la tierra heroica de los años de guerra.

Tus hijos: se convirtieron en arrieros, 

en halcones de la serranía.

Hemos logrado ahora:

la ciudad industrial,

de artistas y artesanos,

cuna de los forjadores del futuro,

que ha inspirado nuestro amor al terruño

porque añoramos volver a vivir en la casa de nuestros padres.