Conocí al mejor ebanista
con una extraordinaria capacidad
que en su trabajo era un artista
por su gran prolijidad.
Trabajo nunca le faltaba
en su villa donde vivía
era siempre el que se esmeraba
para cumplir, trabajaba de noche y día.
Como no puede ser todo excelente
vivía preocupado de el trabajo
de los oficios de la gente
mirándolos por debajo
Las comparaciones son molestas
Dicen algunos hasta Dios se equivoca
eso a mi señor no me resta
no me vale que \"El pez muere por la boca\".