En verdad que sin un cigarro me siento demasiado solo, entre mis manos huellas de esa flor que se va desintegrando. Un beso puede remplazarlo, una buena conversación, incluso me puedo olvidar fácilmente con estar abrazados a lo desnudo en la cama. Sí, puedo olvidar con solo abrirnos entre las piernas y tocarnos suavemente.