Julio Noel

Lenguas de fuego arden en el encendido ocaso

Lenguas de fuego arden en el encendido ocaso

que de oro y grana tiñen el lejano horizonte,

mientras oscuras manos

van comprimiendo el manto de la azulada noche.

Cálidos silencios llenan el hueco del campo

que vacío han dejado los pájaros cantores,

avecillas gárrulas de variados colores

que alegran nuestras vidas con sus divinos cantos.

De la oscuridad se adueñan las aves nocturnas

que rompen con sus voces,

cantos lúgubres que hieren la densa penumbra

entre brumosos gemidos de la medianoche.

Gigantescas constelaciones llenan el cielo

de bellas figuras zoomórficas y geométricas,

entre todas sobresalen los blancos luceros

y el inmarcesible fulgor de la luna llena.