**Cautivo en mi celda**
De que manera acaricia
mi voz tu nombre al invocarlo,
como un mantra lo digo y lo repito
en el misterio del insomnio,
y como navega en mi memoria
tu imagen adorada allí... esbelto... etéreo... !alado!
Recorriendo conmigo las sendas que tránsito
prendido siempre de mi mente caminas a mi lado,
siento tu presencia como una sombra iluminada
que se antepone a todo y se entrecruza en vericuetos
de este desconocido mundo al que me enfrento,
mirándote caminar en tus paisajes
con lluvia, frío, o sol, o nieve o prados,
acariciando flores, inventando colores
mitigando dolores y curando sin saber mi herida,
porque tu eres cautivo en una celda singular en mi mirada
sin barrotes grilletes ni candados,
endulzando mi vida con el néctar amado de tu esencia
concediéndome sin saber, con tu existencia,
el sentimiento de sentirme viva, y sabiéndome segura
de que aún en la muerte, cuando mis ojos duerman,
tú jamás serás libre porque estarás conmigo
para no tener miedo ni a la muerte,
y por eso me observan los de afuera
tan tranquila y sin prisa,
llevando a todas horas una sonrisa....
Elena ©