Wavesdarkness

Tientos II

Viaje astral a través de mi hogar que es tu cuerpo. El incienso desvaneciéndose en mis ojos de humo a la luz de la última vela. En la mesita los péndulos, los signos y el tarot.
La noche apagada llena de murmullos y de sombras. El fuego borroso recuerda a las que cayeron en Salem.

 

Por mi nuca corren tus versos como un escalofrío; pero en tu pecho todo es cálido. Mis senos redondos y pálidos descansan acogidos en tu voluptuoso cuerpo, encajando a la perfección. Me dices tu musa, y nombras a Safo en tus poemas, como si aún necesitáramos eufemismos. No sé distinguir tus piernas suaves de las mías, que se enredan de maneras inimaginables en esta habitación. No hay pudor ni reparo en nuestros escondites. Tu piel dorada recuerda a los linces, y el cabello de ónice hasta la cintura, como una Cleopatra difuminada entre mis sábanas oscuras. Mi cuerpo está lleno de rayos de luna, y me acaricias con tus garras dulcemente, casi adorando mi inocencia. Haciendo sigilos en mi espalda como si fuera tu presa.

 

Tus ojos de tigre se vuelven esmeraldas en bruto y me miran con hechizos. Apagas la vela y todo se vuelve penumbra. Tus labios húmedos se me hacen cerezas maduras, que invitan, ingenuamente, a devorar tu veneno.