La frágil
ceniza
del templo
se paga
con almas
y noches
perdidas,
de cantos
solares.
Es llanto
de vista
perpétua
el viento
que sopla
canciones
de látex.
El cáncer
ya viene,
la mente
del hombre
se nutre
de paja
de sueños
de puro
silicio.