4 años de que te marchaste, dejandonos huerfanos de verdades dolientes y de alegrias simples y hoy recuerdo lo que ese dia escribi...
Hasta siempre hermano Eduardo Galeano
El futbol como arte te ataba a las canchas ,porque naciste en la época del fútbol arte, pero aprendiste a disecarlo en tus libros; el boliche, el barrio, todo te era tan entrañablemente conocido que en las paginas de tus libros esas imágenes saltaba a mis ojos como viejas fotografías de mi barrio, de mi viejo, del cuadrito de futbol de los botijas de mi calle, alegría compartida, orgullo de una raza, pintaste con palabras un mundo mágico y misterioso, con personajes de entrañable recuerdo. Pero también supiste enseñarnos como ninguno la historia de nuestra América, la historia desde el lado de los que siempre pierden, de los pobres, de los expoliados, tus venas abiertas, dejaron correr la sangre de nuestra América mas profunda, la olvidada, la desterrada, la que nos da vergüenza propia y ajena, la América del padre Artigas, la de Bolivar, de San Martin , de Sandino o de Zapata, \" la de los malos extranjeros y peores criollos\" \"la de indios y mulatos\".
Así fútbol y barrio, sangre charrúa y española, africanos y tehuelches, así pintaste con palabras boliche, callecitas, barrios, noches de vino amaneciendo madrugadas, de puchos consumiéndose y consumiendo tu vida, así fuiste un autentico testigo y protagonista de un país que ya no es, de un fútbol que cambio el arte de los botijas caras sucias, por el circo multinacional. Nos tirarse a la cara las verdades vergonzosas de los cobardes que en lugar de amar a una mujer la matan sin piedad.
Quizás por eso preferiste irte en silencio, sin avisar, seguro que te fuiste para encontrarte en algún lugar con el \'Pepe\" Sasias, con Garrincha, con don Alfredo o con Mario Benedetti, con Juceca , con el Canario Luna.
Salud hermano que tu memoria nos ilumine el alma siempre.
Diego Larrosa El Quijote de la Rosa. Copyright
Citas de Don Eduardo Galeano
Al fin y al cabo, somos lo que hacemos para cambiar lo que somos.
Hay un único lugar donde ayer y hoy se encuentran y se reconocen y se abrazan. Ese lugar es mañana.
Y hoy, más que nunca, es preciso soñar. Soñar, juntos, sueños que se desensueñen y en materia mortal encarnen.
Ojalá podamos tener el coraje de estar solos, y la valentía de arriesgarnos a estar juntos.
Si me caí es porque estaba caminando. Y caminar vale la pena, aunque te caigas.
Sólo los tontos creen que el silencio es un vacío. No está vacío nunca.
Creo que hay que pelear contra el miedo, que se debe asumir que la vida es peligrosa y que eso es lo bueno que la vida tiene para que no se convierta en un mortal aburrimiento.
Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.
En un mundo de plástico y ruido, quiero ser de barro y de silencio.
El alimento de las minorías se convierte en el hambre de las mayorías.
Al fin y al cabo el miedo de la mujer a la violencia del hombre es el espejo del miedo del hombre a la mujer sin miedo”.