Todas las noches redundo en mi amor,
En mi sentir,
Y en mi latir por ti;
Dialogo contigo,
Con la sinceridad latente,
Que imprime el soñar otro inicio.
Dialogamos a escondidas,
Sobre nuestros sueños,
Sobre ese futuro que necesita coraje y decisión,
Para construirlo;
Necesito seguir reiterando con latidos,
Y con letras,
Este amor;
Aunque de ella dudes,
Mi sentimiento es genuino,
Como el sabor de la miel.
Mi respuesta final,
A tu interrogante es,
Te amo,
Y seguiré haciéndolo otro tiempo,
Dos, tres o cuatro eternidades más,
Mi respuesta es seria y final.
Espero al tiempo verdugo,
Y elijo botar mi orgullo,
Para no perder a la mujer que amo,
Después de haber luchado,
Y de entregar mi sentimiento humano
Y efímero de este corazón latiente.