No atraviesa el muro de sus sombras
quieta laguna no arrastra a las orillas
su inspiración está sobre una silla
imperturbable mirándose en la alfombra.
Ojos de niño, que sólo en él se enfocan;
puro egoísmo, revuelve y solo encuentra
la sensación de estar frente a una puerta
que al parecer se mira y no se toca.
¿Algún fantasma tras el picaporte?
¿una mirada esquiva en el cerebro?
¿alguna duda anclada en un resorte?
¡Quiere poder decir!, lo anula el miedo.